VIDEO: La Transformación ha Creado una Oposición Obcecada en Regresar por sus Fueros; ¿Quién es Nuestro Mejor Aliado?, ¡El Pueblo! ¿A Quién hay que Servirle Primero? ¡Al pueblo!
Amigas y amigos, compañeras y compañeros.
Como es natural, el proceso de transformación del país ha creado una oposición conservadora, obcecada en regresar por sus fueros. Sus líderes, sus jefes, no conciben ni aceptan que ahora se gobierna para todas y todos, y no sólo en beneficio de una minoría. Siguen hablando, en su demagogia, en su retórica, en nombre de la democracia, pero actúan en realidad como oligarquía. Defienden el antiguo régimen de corrupción y privilegios de manera descarada y hasta ridícula. Nos hacen recordar la época de Antonio López de Santa Anna, su alteza serenísima.
Ahora se han constituido en una especie de supremo poder conservador. El gerente de ese grupo peculiar es Claudio X. González hijo. A él lo apoyan los traficantes de influencia y políticos corruptos del más alto nivel del antiguo régimen, y a él le obedecen los encargados de los partidos, muchos abogados marrulleros del Poder Judicial, intelectuales acomodaticios y periodistas alquilados o vendidos.
Aunque a todos ellos los une el clasismo y el racismo, como paradoja, eso mismo los obnubila, les impide aceptar y ver que poco a poco, entre todos los que enarbolamos la bandera del humanismo mexicano, poco a poco fuimos promoviendo un cambio de mentalidad que se consolidó con los hechos de un gobierno guiado por ideales y principios, honesto y promotor de la justicia social.
En vez de entender esta nueva realidad, en vez de aceptar que el pueblo de México se ha empoderado y no quiere seguir siendo vasallo de nadie, los reaccionarios de nuestro tiempo cada vez enseñan más el cobre, ofenden la inteligencia de la gente, insultan, actúan con prepotencia y creen que con campañas de mentiras y calumnias van a reconquistar el gobierno. Tan sencillo que sería el que ofrecieran disculpas por todas sus fechorías y sinceramente se comprometieran a cambiar, a no discriminar a nadie, a no humillar, a no engañar ni a robar a los demás.
No es sentencia, ni siquiera advertencia, ni mucho menos amenaza, pero les digo desde el Zócalo, la principal plaza pública de México: poco lograrán si no abandonan su egoísmo y aprenden a respetar y amar a sus semejantes; no llegarán lejos si no comprenden e internalizan que el dinero y lo material es efímero, que la felicidad verdadera está asociada a la bondad y a la fraternidad. Mientras ellos no acepten y practiquen estos preceptos y nosotros los mantengamos y los reafirmemos, nada ni nadie podrá vencernos.
Antes podían imponerse con trampas o con el uso de la fuerza y del dinero, pero eso ya no funciona; tampoco les sirve apostar a la propaganda tendenciosa y vulgar. Pueden los medios de manipulación, que no de información, estar mintiendo minuto a minuto, pero sus efectos no hacen mella en quienes han decidido ser dueños de su propio destino y están muy conscientes y politizados, así es ahora es el pueblo de México.
Pero, también, nosotros no debemos apartarnos de nuestros ideales y principios, y nunca olvidar dos frases pronunciadas por Benito Juárez y por Ricardo Flores Magón, que son la esencia misma de nuestro quehacer político: ‘Con el pueblo todo, sin el pueblo nada’, y ‘solo el pueblo puede salvar al pueblo’.
La primera de estas citas implica considerar que, si se pretende cambiar una realidad autoritaria, injusta y de corrupción, no hay que ser ingenuos, no se va a contar nunca con el respaldo de las élites, y por eso es necesario, por convicción y protección política apoyar a los de abajo, aliarse siempre y sostenerse, respaldarse con el pueblo.
El no haberse hecho esta reflexión llevó al fracaso a Francisco I. Madero, un hombre bueno, el Apóstol de la Democracia, víctima de la traición de sus propios hermanos de clase y de una pandilla de rufianes.
Por eso, lo más humano y lo más eficaz es mirar siempre, atender siempre y caminar siempre acompañados de la gente, porque en ella está la bondad y la lealtad verdadera.
Si nos preguntamos: ¿quién es nuestro mejor aliado?, ¿qué contestamos?, el pueblo.
¿Por quién estamos aquí?
Por el pueblo.
¿A quién hay que servirle primero?
VOCES A CORO: ¡Al pueblo!
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: ¿Con quién transformar?
VOCES A CORO: ¡Con el pueblo!
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: ¿En quién confiar?
VOCES A CORO: ¡En el pueblo!
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: ¿Quién nos protege?
VOCES A CORO: ¡El pueblo!
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: ¿Qué somos?
VOCES A CORO: ¡Pueblo!
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: No se oye.
VOCES A CORO: ¡Pueblo!
PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Muchas veces. ¡Pueblo, pueblo, pueblo!
Gracias, pueblo.
¡Que viva la Cuarta Transformación!
¡Viva México!
¡Viva México!
¡Viva México!